Carta de un padre a sus hijos

!Cómo que madre es una sola y padre puede ser cualquiera!  Yo no soy cualquiera.  Aquellas dos madrugadas establecí record a la hora de fumar cigarrillos por culpa de ustedes, porque insistían en seguir escondidos en la barriga de mamá y yo abajo, en la planta baja del  Materno, caminando de esquina a esquina 30, 40, 50 veces, ¡vaya a saber usted cuántas veces! Y  esa portera del hospital,  yo tenía más gana de... Le decía: “Mire soy periodista, voy a entrevistar al director”.  “No hable más, respondió-no lo voy a dejar entrar, además  a esta hora el director no está”. Recuerdo en tu caso Gaby que conseguí una bata de médico, me la puse hasta al revés, ¡qué pena pasé hija! Imagínate, parecía un muchacho  jugando a los escondidos y en ese de aquí para allá y de allá para acá  me descubrió el jefe de turno y fui sumariamente expulsado del hospital. Tanto tú como tu hermano menor, Abelito Jr, aparecieron con trabajo  después de tensas y densas horas de paciente impaciencia.  Deseaba tanto tocarlos, deseaba tanto besarlos…pero no pude.  Entonces comprendí  que los hombres también lloran.  ¡Cómo admitir entonces que madre es una sola y padre puede ser cualquiera! Los he visto crecer y saben que muchas veces me he convertido en un payaso por tal de que se coman la papa.  Y esa primera vez  que me dijeron papá, ¡caramba!,  no recuerdo otro momento más importante que ese. Hoy, sin embargo, quiero pedirles  perdón. Perdónenme  por si alguna vez no les he hecho caso por culpa del maldito trabajo,  o no ¡qué trabajo!, por mi culpa; perdóname  Gaby si a veces cuando estoy tan encerrado en mis cosas no advierto que estás cerca; perdóname Abelito  cuando me irrito con otros y la emprendo contigo.  Eso solo puede lamentarlo un padre, se los aseguro hijos. Este domingo, que es mi día, solo quiero que me den un beso con la inocencia con que saben  besar; este domingo, que es mi día, estaré a la orden  de ustedes todo el tiempo; este domingo Abelito, alias Chucho,  jode con la pelota  que no me pondré bravo; este domingo,  que es mi día, les  enseñaré que padre no puede ser cualquiera, porque quererlos como yo los quiero solo es posible, porque soy padre.